miércoles, 8 de agosto de 2012

¿Un mundo feliz?

Francamente, no soy muy dada a las novelas de ciencia ficción porque me parecen demasiado superfluas, pero cuando encontré este libro me llamó la atención su título y no sin un poco de incredulidad me animé a leerlo. Para mi sorpresa, mientras adentraba  en la lectura, me fui dando cuenta que esta historia dista mucho de ser ficción, y que muchas de las situaciones aquí descritas están pasado en la actualidad.
Aldous Huxley nos plantea un mundo en el que la tecnología ha llegado a su límite y los seres humanos son creados a partir de manipulaciones genéticas en un Centro de Incubación y Acondicionamiento dirigido por el gobierno.  Se suprime el papel de la familia y cualquier tipo de relación afectiva, las personas aprenden lo que deben saber por medio de grabaciones que se repiten una y otra vez mientras duermen, a  lo que llamaban hipnopedia.  De esta manera, las personas son condicionadas a adoptar pensamientos en función de mantener el orden y la estabilidad social.
Desde pequeños, hombres y mujeres se convencen de que son felices y que para seguirlo siendo hay que consumir, evitar las relaciones personales demasiado profundas, rechazar la soledad y renunciar a la individualidad. Las enfermedades han desaparecido, las personas son jóvenes toda su vida y aunque  todavía deben enfrentarse a la muerte, esta ya no es dolorosa pues han sido condicionados para aceptarla como algo natural que es parte de la vida misma. Si algo les perturba, los habitantes de esta nueva sociedad pueden recurrir al soma, una especie de droga que calma sus preocupaciones permitiéndoles recuperar su felicidad.
Existe una especie de diferenciación entre castas sociales: los alfa, los gamma, los beta y los épsilon, cada una de las cuales se dedica a ciertas labores dentro de la comunidad. Y aunque los alfa están destinados a tener un papel más protagónico en la sociedad, cada casta está contenta con su trabajo pues ha sido educada para ello: "Tal es el fin de todo el condicionamiento: hacer que cada uno ame el destino social, del que no podrá librarse".
La existencia de Dios ya no tiene sentido porque el ser humano ya no tiene problemas para pedirle  a un ser supremo que le asista en su agonía. Aquí, tampoco tienen lugar la filosofía ni la literatura pues no  traen ningún beneficio económico, al contrario, distraen a las personas porque las hacen sentir y pensar.
¿Qué les parece hasta ahora esta nueva sociedad? Interesante, ¿no? Sin embargo, como bien aprendí en mi clase de Economía, nada en esta vida es gratis, incluso en la ciencia ficción. Para gozar de esta especie de felicidad las personas debían renunciar a su libertad, a su derecho de pensar por sí mismas, a tener una personalidad única, a su capacidad para criticar lo que no les parecía. En esta sociedad no cabía el heroísmo ni la valentía, se vivía en un estado de conformidad estúpido, conveniente sí, pero estúpido.
Este libro nos hace caer en cuenta en uno de los errores más grandes de nuestra sociedad presente: señores, la felicidad, la verdadera felicidad, no consiste en no tener problemas, ni en tener a nuestra disposición todo cuanto queramos. La felicidad no es olvidarnos de lo que nos hace daño ni aprender a vivir con ello. Para se felices,  necesitamos saber qué es el dolor, la soledad y la frustración. Pero sobre todo, para ser felices hay que tener coraje para no conformarnos con  la comodidad que nos ofrece el medio actual (la política, los medios de comunicación, la ciencia, etc.); ser felices es tener el valor suficiente para plantearnos nuevos retos y, sobretodo, para alcanzarlos.
Yo creo que el error en el planteamiento de esta utópica sociedad es que sitúa la felicidad colectiva y el bienestar de la comunidad por encima de la del individuo. “De adentro hacia fuera” dice S. Covey en uno de los libros de superación más famosos de estos días, y con  razón.  Uno no puede esperar que las sociedades progresen y sean felices si las personas que las forman están corrompidas y no gozan de la libertad necesaria para desarrollarse plenamente. Es inhumano pedir a las personas que no sean diferentes y que se adapten a una sola manera de pensar, de ser y sentir,  además es aburrido.
Muchos dicen que este libro habla de los males que puede traer la ciencia a la sociedad, sin embargo yo creo que esta historia solamente habla de la estupidez humana al querer resolver todo con presionar un botón. Como todos, yo también quiero  vivir en un mundo donde no existan las enfermedades, la pobreza y la tristeza, pero nunca estaría dispuesta a sacrificar mi libertad ni mi individualidad para conseguirlo; al mismo tiempo soy consiente de que sola no puedo cambiar las cosas y que los problemas del mundo no se van a solucionar de la noche a la mañana, sin embargo también sé que si cada día pongo mi mayor esfuerzo al menos una persona va a ser menos desgraciada es esta vida.  No sé ustedes, pero para mí en eso consiste mi pequeño mundo feliz. Los invito a leer este libro, está buenísimo.
Quotes:
-"62.400 repeticiones hacen una verdad."
-"Las palabras, como los rayos X, atraviesan cualquier cosa, si uno las emplea bien."
-"Si uno es diferente se ve condenado a la soledad."
-"Cuanto más grande es el talento de un hombre, mayor es su poder para extraviar a los otros."
-"La población óptima es como el iceberg: ocho novenos bajo el agua y uno por encima."
-"Pero yo no quiero la comodidad. Yo quiero a Dios, quiero la poesía, quiero el verdadero riesgo, quiero la libertad, quiero la bondad. Quiero el pecado."

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